La voluntad es ese fantasma intangible que mis manos y mi corazón no atrapan, se cuela silenciosa por debajo de mi puerta, adopta formas y colores caprichosos.
En la casa encantada caminan lentos los fantasmas, todos se van, ninguno logra ver regreso.
Hay nuevos espectros y algunos vampiros, con brujas que se pierden desnudas y se disuelven en el agua de la regadera.
Luciérnagas que amenazan con volverse hogueras.
En la casa encantada mis fantasmas bailan.
Van, vienen a gusto y voluntad aunque la voluntad nunca llega.
En mi casa encantada solo viven los fantasmas por que todos los vivos estan muertos.
Algunas veces solo hay gente que aleja a los fantasmas de la casa...
y otras en que los muertos la llenan de vida ...
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