viernes, 9 de febrero de 2007

Niebla...


Detenida detrás del cristal decidiste salir al invierno de los días de enero, el cielo se caía, me detuve bajo tu ventana con los brazos extendidos evitando desaparecer bajo la lluvia.

“Un muerto” podrías haber dicho al cruzar a mi lado sin notarme o sin querer hacerlo, pero solo era un fantasma o el recuerdo de uno y avanzaste a ciegas por esa ciudad casi conocida llamada memoria.

Las sombrillas fueron floreciendo una por una, bailaban cada una a mi lado, giraban, crecían y bajo algunos tejados volvían a replegarse.

Seguí pegado a tu espalda, exhalando el frio de tus labios, oculto entre tus cabellos y tu pecho como el crucifijo que llevas siempre en el cuello.

Me volvía visible entre las sombras, bajo el cobijo del vapor que escapaba de tu cuerpo, en el pequeño fragmento de memoria que el frio revivía en tus labios.

Y de nuevo aquel destello que me alejaba de tu olor, dulce y triste, ese justo momento en que se hace silencio en el mundo para decirte al oído… “aqui estoy” .

- No te despiertes, que quiero seguir a tu lado un minuto mas-
Imagen deviant art : Michal Mierzejewski

2 comentarios:

Y dijo...

Seré breve
:D me gusto mucho lo que escribiste.

Dano Herrera dijo...

si.
jajajaj

Paso uno...