martes, 18 de abril de 2017

Mar de Jade

Los últimos días estuve en un lugar llamado Chacala, decidí no cargar la lap y portar mi Tableta, pensando que podría escribir con ella, des afortunadamente no tenía habilitada mi Tableta con acceso al blog y mi celular no contaba con red para recibir la clave de acceso. En el día me abstraje completamente mirando el mar mientras mis perros hacían lo mismo y jugando en la arena con ellos.
En las noches el sonido intenso de las olas golpeaba las paredes de nuestro cuarto y desbloqueaban ideas, temores y recuerdos.
El primer día en mis sueños recorrí habitaciones de un edificio en ruinas y enfrente mis temores infantiles. Despertaba dos o tres veces alterado por el ruido de las olas. El segundo volví a ser niño y a tratar de defenderme de otros niños, de nuevo despertaba ante el ruido de las olas. El tercer día repase mi último empleo y recorrí una escuela para adolescentes, enfrente mi miedo a las alturas al lanzarme en un clavado desde lo alto y desperté a las 5 am para mirar como las olas golpeaban las piedras y rugían en toda la habitación.
Mi mente necesitaba esa ausencia de ruido cotidiano y mundano, no extrañaba el televisor, ni el radio
El ultimo día mi esposa me regalo una noche de meditación antes de dormir y así olvide lo que soñé, pero vaya que desperté agotado.


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