Cuando miro al espejo a veces miro a ese niño que vivía siempre
sobre “x” nivel de exigencia.
Obviamente en mi adolescencia y parte de mi vida adulta el
culpable de todo lo malo que me sucedía era el universo y mi madre (en la mayoría
de los casos siempre es así).
El proceso de curación sobre la interpretación que mi
cerebro da a esos recuerdos ha sido lento y entiendo que mucha de esa exigencia
me ha dado las herramientas para sobrevivir y para vivir en el presente.
Cuando asumí mi responsabilidad por mí presente todo cambio,
y recalco… RESPONSABILIDAD...ya que
no es lo mismo que culpa. Comencé a tener ventaja al tener fe en que puedo construir
mi propia realidad, eso no significa que en este momento voy volando a lo que
tengo como plan, pero seguiré en el contexto.
A mi alrededor hay gente cuyas acciones sincera y
honestamente me molestan, quizá por que son eso, un fiel reflejo de lo que soy
y ya no soy… ya no creo que la gente me tiene que dar algo o que el universo me
debe algo, o que mi vida es un desastre por culpa del destino, ni estoy enojado
con mi madre por hacerme fuerte, persistente e intolerante a las tonterías y a
la gente que pide lastima para sentirse mejor.
Me duele, algo me incomoda de forma intensa cuando veo ese
reflejo, pero esta vida es un ajedrez y creo que puedo usar esas debilidades a
mi favor y volverlas fortalezas o transmutarlas…
También hay reflejos que me gustan…
Mamá si algún día pasas por mi blog, quiero que
sepas que estoy muuuy agradecido contigo!!
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