Ese día Greg tomo una larga caminata de casi 4
kilómetros, en algún punto comenzó a cojear de la pata trasera derecha, por lo que
mi esposa y yo decidimos que teníamos que cargarlo.
Exhausto de llevarlo entre mis
brazos a los casi 500 metros la cura apareció disfrazada de perrita collie, a
la cual Greg trato de enamorar con sus mejores saltos.
Ese día descubrimos que el perro no tenía nada en la pierna,
que únicamente hacia eso para no caminar y que lo cargáramos…
Ese día me enamore ms de mi perro...
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