La mitad del tiempo duermo con los ojos abiertos o cerrados sueño, la otra mitad sueño, pero despierto y atento miro y escucho el entorno. La gente habla y la escucho o ignoro, zigzagueo entre ellos, camino lento o rápido, esquivo choco y confronto su caminar diario. Mientras estoy sumergido en esta marea sin dirección no pienso, ni cuando llega la calma, soy así un zombie más en la ciudad.
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