jueves, 4 de enero de 2018

Después del temblor

Después del temblor fui presa de algún tipo de crisis, dormía mal, comía poco o no lo hacía, y estaba desorientado todo el tiempo. 

Siendo miembro de ese grupo privilegiado de gente que vive con desordenes químicos en su cerebro, comprendí que quizá estaba en el umbral de una terrible depresión. 

Aun cuando no viví el temblor en mis pies y no tuve pérdidas materiales o personales al parecer mi vida había entrado en caos:
 ¿Sería por el bombardeo de imágenes terribles en la tv? 
¿Quizá porque tenía conocidos que perdieron familia y propiedades? 
¿La energía liberada por el evento? 
¿El inconsciente colectivo? 

Bueno, quizá nunca obtenga la respuesta, pero supe que tenía que actuar rápidamente antes de perder todo lo que había construido en los últimos meses. 
Así que no hice nada...pero hice todo. 
Y flui un rato con la corriente a la deriva y buscando soluciones fáciles a problemas complejos y tomando decisiones y actuando de la mejor forma posible. 

Curiosamente descubrí que todos nos vimos afectados por este suceso, pero no todos nos dimos cuenta...



No hay comentarios.:

Paso uno...