Al principio creí que te había olvidado, que solo te habías
convertido en un recuerdo que se diluía entre el tender la cama y dormir
cansado en las noches.
Algunas veces escuchaba cosas sobre ti en los recuerdos de
los demás y me preguntaba ¿dónde estás?
Hoy te vi de nuevo, me resistí mucho a creerlo, estabas ahí
frente a mí en el espejo, acechando, observándome fijamente, inerte, sonreíste y
me dijiste...
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