El proceso de sanarnos es caótico, no importa si nos
alejamos de todos, si apelamos a la misantropía y nos aislamos. No importa si
con un terapeuta, si al parecer la superficie está en calma, seguramente las corrientes
debajo son turbulentas.
Ahora no siempre somos conscientes de ese proceso, muchas
veces ni sabemos que estamos sanando, vemos caer todo a nuestro alrededor, nos
volvemos locos o nos tornamos ausentes. Habrá
quien se quede, pero seguramente habrá mucha gente que se vaya, trabajos o
situaciones, etc.
Como a los árboles comenzaran a surgir ramas y hojas nuevas.
¡Que incertidumbre!
¿Sanar y cambiar? ¿Tener que moverte de tu espacio “seguro”?
¿Te da miedo o te emociona?
A mi me aterra, pero duele mas y es más caro el precio a
pagar por mantenerme igual que por permitir el cambio. Duele mas llevar la herida expuesta y seguirnos golpeando contra el muro sin saber por que.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario