jueves, 12 de abril de 2018

This town...

Hace 17 años por estas fechas estaba haciendo todo lo posible por salir de mi ciudad natal, los que fueron mis amigos de la secundaria se estaban casando. La historia familiar materna que fue el lado en el que me críe tenía un largo historial de matrimonios jóvenes e historias de terror de las que yo quería huir y me negaba a repetir. 

Afortunadamente mi madre siempre fue MAS exigente con ella misma de lo muy exigente que era con nosotros sus hijos (cosa de la que le estoy sumamente agradecido) y procuró sembrarnos un espíritu aventurero y una gran curiosidad, así que gracias a ella conocimos todo lo que pudimos de México solos o en familia, en coche, camión o en avión.

También gracias a ella aprendimos o aprendí algo sumamente importante, que podía decidir mi propio destino y que podría crearme una historia familiar diferente y que salir de la manada no sería necesariamente fácil y que recibiría seguramente muchos comentarios negativos o criticas de las ramas familiares menos apegadas a mi (así como ella las recibió y siempre fue cortes fingiendo que no se enteraba de los chismes y evitando confrontaciones).

Así que me apoyó cuando decidí rechazar la planta de Pemex que mis amados tíos Abuelos me ofrecieron y cuando no quise aceptar la oferta de ayuda de una de mis tías para entrar a trabajar a Telmex. Me apoyó cuando decidí cambiarme de ciudad y de escuela a los 21 años (no le alegró, solo me apoyó).

Creó que el parte aguas que me motivo a salir de Tampico fue el comentario de mi tío Donato “Deja de ilusionarte con los castillitos de tus amigos riquillos, eso es algo que no tienes, ni tendrás”, (él tiene dos hijas ¿se atrevió alguna vez a decirles eso?) 

Es curioso, no sé qué  se imaginaba, pero los amigos que me cambiaron la perspectiva de vida; el hijo del ex magistrado, el hijo del exgerente de planta, el hijo del aun leñador, la hija del Doctor y los hijos del ex gerente de Sears, no tenían casas extraordinarias, ni coches de lujo, es más no presumían sus viajes a Francia en la embajada o los salarios de sus padres o puestos, presumían sus libros leídos, sus logros académicos o deportivos, las personas que ligaron, como vencieron sus miedos, sus trabajos de empacadores o cargadores en las vacaciones largas, hacían algo que no hacían las personas que me rodeaban en mi ciudad natal…Competían (de forma bastante sana con los demás y bastante neurótica con ellos mismos), competían con todos, con ellos, con la imagen que tenían sus padres de ellos, con la imagen de ellos mismos en ellos mismos, y no importaba que otros grupos y personas en la prepa nos tacharan de tontos o absurdos, estando juntos nos sentíamos superiores al resto y nos esforzábamos por serlo en lo que pudiéramos.  

Así que ese simple comentario mal intencionado me hizo descubrir que no podría vivir la vida que quería en el lugar donde me encontraba, no porque no existiera gente extraordinaria en esa ciudad, mis amigos de ese momento eran gente muy interesante para mí, sabía que si me quedaba me esforzaría por ser parte de esa manada que pensaba como mi Tío Donato y yo quería ser como la parte de la manada a la que pertenece mi Madre, así que sin rumbo fijo en mi vida di muchos tumbos estos 17 años, hace poco comprendí a base de mucha terapia que estaba cargándome al lado que no quería pertenecer.

Y esta semana lo que creí era un intenso burn out por trabajar mucho, descubrí es la casi completa transición a lo que es seguir una vida con rumbo y objetivos claros, descubrí que había retomado la pasión y el deseo de dejar de estar estático.

Hoy ese grupo de amigos ya no existe, pero la gente que ahora me rodea es así o por lo menos aparenta muy bien serlo; se exigen mucho, compiten con ellos mismos, se retan diario, dudan entre hacer o no hacer y no se detienen y hacen, tienen objetivos y metas (divertirse también es un objetivo); los pertenecientes a mi circulo externo que serían varios de mis compañeros de BNI, casi todos mis clientes (la mala influencia, el gigante de barba, la chica emprendedora, la casi maestra) y dentro del circulo interno mi mejor amiga la pequeña Ki (a la que admiro profundamente y amo con todo mi corazón),  mi amigo el que se cree italo argentino, el actor cuasi canadiense, la bruja de Jersey y su esposo, el chiapaneco que se cree peruano, la psicóloga, el chino, a veces el hijo del leñador, mi Madre y su Delfín.

La gente de la que nos rodeamos tiene un fuerte impacto en nuestra vida, son el alimento de nuestra alma y también se alimentan de nosotros, nos beben y los bebemos, en esta etapa de mi vida, diría que estoy comiendo y bebiendo de lo mejor.

¿Por qué escribí esto?, porque amo escribir, necesitaba hacer catarsis y quiero darle gracias a mi Mamá y a mi Esposa por apoyarme y exigirse, porque las he visto mil veces morirse de miedo, pero nunca las he visto detenerse y por eso y más las amo.


Y también quería dar las gracias a los que mencione y a los que no mencione, con ustedes la vida es un reto muy divertido y emocionante. 

2 comentarios:

Purpúrea...! dijo...

Ay, casi me pones a chillar, duende.

Dano Herrera dijo...

una taza de té sirve para no llorar

Todos mis recuerdos...