Hace 17 años por estas
fechas estaba haciendo todo lo posible por salir de mi ciudad natal, los que
fueron mis amigos de la secundaria se estaban casando. La historia familiar
materna que fue el lado en el que me críe tenía un largo historial de
matrimonios jóvenes e historias de terror de las que yo quería huir y me negaba
a repetir.
Afortunadamente mi madre
siempre fue MAS exigente con ella misma de lo muy exigente que era con nosotros
sus hijos (cosa de la que le estoy sumamente agradecido) y procuró sembrarnos
un espíritu aventurero y una gran curiosidad, así que gracias a ella conocimos
todo lo que pudimos de México solos o en familia, en coche, camión o en avión.
También gracias a ella
aprendimos o aprendí algo sumamente importante, que podía decidir mi propio
destino y que podría crearme una historia familiar diferente y que salir de la
manada no sería necesariamente fácil y que recibiría seguramente muchos
comentarios negativos o criticas de las ramas familiares menos apegadas a mi (así
como ella las recibió y siempre fue cortes fingiendo que no se enteraba de los
chismes y evitando confrontaciones).
Así que me apoyó cuando
decidí rechazar la planta de Pemex que mis amados tíos Abuelos me ofrecieron y
cuando no quise aceptar la oferta de ayuda de una de mis tías para entrar a trabajar
a Telmex. Me apoyó cuando decidí cambiarme de ciudad y de escuela a los 21 años
(no le alegró, solo me apoyó).
Creó que el parte aguas
que me motivo a salir de Tampico fue el comentario de mi tío Donato “Deja de
ilusionarte con los castillitos de tus amigos riquillos, eso es algo que no
tienes, ni tendrás”, (él tiene dos hijas ¿se atrevió alguna vez a decirles eso?)
Es curioso, no sé qué se imaginaba, pero los amigos que me cambiaron
la perspectiva de vida; el hijo del ex magistrado, el hijo del exgerente de planta,
el hijo del aun leñador, la hija del Doctor y los hijos del ex gerente de Sears,
no tenían casas extraordinarias, ni coches de lujo, es más no presumían sus
viajes a Francia en la embajada o los salarios de sus padres o puestos, presumían
sus libros leídos, sus logros académicos o deportivos, las personas que
ligaron, como vencieron sus miedos, sus trabajos de empacadores o cargadores en
las vacaciones largas, hacían algo que no hacían las personas que me rodeaban
en mi ciudad natal…Competían (de forma bastante sana con los demás y bastante neurótica
con ellos mismos), competían con todos, con ellos, con la imagen que tenían sus
padres de ellos, con la imagen de ellos mismos en ellos mismos, y no importaba
que otros grupos y personas en la prepa nos tacharan de tontos o absurdos, estando
juntos nos sentíamos superiores al resto y nos esforzábamos por serlo en lo que
pudiéramos.
Así que ese simple
comentario mal intencionado me hizo descubrir que no podría vivir la vida que
quería en el lugar donde me encontraba, no porque no existiera gente
extraordinaria en esa ciudad, mis amigos de ese momento eran gente muy
interesante para mí, sabía que si me quedaba me esforzaría por ser parte de esa
manada que pensaba como mi Tío Donato y yo quería ser como la parte de la
manada a la que pertenece mi Madre, así que sin rumbo fijo en mi vida di muchos
tumbos estos 17 años, hace poco comprendí a base de mucha terapia que estaba cargándome
al lado que no quería pertenecer.
Y esta semana lo que
creí era un intenso burn out por trabajar mucho, descubrí es la casi completa
transición a lo que es seguir una vida con rumbo y objetivos claros, descubrí
que había retomado la pasión y el deseo de dejar de estar estático.
Hoy ese grupo de amigos
ya no existe, pero la gente que ahora me rodea es así o por lo menos aparenta
muy bien serlo; se exigen mucho, compiten con ellos mismos, se retan diario,
dudan entre hacer o no hacer y no se detienen y hacen, tienen objetivos y metas
(divertirse también es un objetivo); los pertenecientes a mi circulo externo
que serían varios de mis compañeros de BNI, casi todos mis clientes (la mala
influencia, el gigante de barba, la chica emprendedora, la casi maestra) y
dentro del circulo interno mi mejor amiga la pequeña Ki (a la que admiro
profundamente y amo con todo mi corazón), mi amigo el que se cree italo argentino, el
actor cuasi canadiense, la bruja de Jersey y su esposo, el chiapaneco que se
cree peruano, la psicóloga, el chino, a veces el hijo del leñador, mi Madre y
su Delfín.
La gente de la que nos
rodeamos tiene un fuerte impacto en nuestra vida, son el alimento de nuestra
alma y también se alimentan de nosotros, nos beben y los bebemos, en esta etapa
de mi vida, diría que estoy comiendo y bebiendo de lo mejor.
¿Por qué escribí esto?, porque
amo escribir, necesitaba hacer catarsis y quiero darle gracias a mi Mamá y a mi
Esposa por apoyarme y exigirse, porque las he visto mil veces morirse de miedo,
pero nunca las he visto detenerse y por eso y más las amo.
Y también quería dar las
gracias a los que mencione y a los que no mencione, con ustedes la vida es un
reto muy divertido y emocionante.
2 comentarios:
Ay, casi me pones a chillar, duende.
una taza de té sirve para no llorar
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