La encontré en la calle donde vivo, su pata lastimada me
hizo romper la promesa que le hice a mi esposa de no “ayudar” a mas perritos,
pero a veces es difícil negarse.
Descubriendo lo tierna y callada que es, mi primer prospecto
para adoptarle fue alguien de mi familia, pero tristemente no es un perro con pedigrí,
así que esa familia no la contempló como opción para ellos.
Lo que más me preocupa, es encontrarle una casa y que esa
familia la cuide y valore, por ese lado estoy agradecido que hayan inventado
excusas sin sentido para no adoptarla, esto de adoptar a un perro es para toda
si vida y no queremos gente que se sienta obligada a quererle.
Recuerdo cuando adopte a mi primer perro, un perrito cuasi
callejero cruza de cooker con alguna otra especie. Yo sin dinero, me preocupe
al percatarme que acababa de adoptar la responsabilidad de una vida y de
asegurarme de que tuviera siempre alimento y casa, aun si yo no tenía ninguno
de los dos.
Al principio fue difícil para los dos, la familia creció y
nos hicimos 5, dos humanos y 3 perros.
Ojalá y te encuentre una casa en que te amen y te cuiden
mucho… por el momento te llamaras Cooper.
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