
comprendí mientras dormí; todo aparenta seguir el curso común, la normalidad, la correcta forma de brincar los días, pero aquí hay algo raro.
No puede haber monstruos bajo mi cama ya que mi tatami esta a ras del suelo, ni en el closet ya que este siempre está abierto y los notaria, quizá estos se encuentran pegados a mi espalda, si seguramente ya que a veces camino un poco jorobado...
Sí, a veces camino un poco jorobado...
solo un poco jorobado...