Al principio cada día fue domingo, tuve que decidir si quería seguir detenido entre la merienda y el desayuno, si llegaba a la cena quizá comenzaría la semana y te encontraría.
Me cuestione sobre las formas muy diversas y constantes en que lograba evitar verte usando la magia en especifico para no encontrarte, peor aun de las incongruencias que me permitieron mirarte de frente inintencionada e inconstantemente tomada de mi brazo.
Comencé a pensar que te tomaba de excusa cuando quería divagar así que un día, simplemente de la nada deje de pensar en ti. ¿Cómo? La respuesta es evidente; no se, claro un mal tan enraizado a mis sonrisas es inevitablemente difícil de eliminar, así que venias ocasionalmente a mi mente con alguna canción pasajera que el viento bajaba en mi estación, con alguna noticia disfrazada con tu nombre, en la mala intención de alguno de nuestros amigos, que sabiendo de mi obsesión por eliminar tu nombre de mi vocabulario te seguían mencionando en mi ojos y en las imágenes accidentales que llegaban a mis manos.
Así que silenciosamente decidí rendirme, mi garganta y causalidades expuestas y afónicas decidieron callar al no escuchar respuesta ni de tu eco, ni de tu risa, mucho menos de tu pensamiento o de tu celular.
Así decidí creer en el destino en menos de un segundo y dos segundos después dejar de pensar en el.
Comencé a construirme ajeno a cualquier existencia cimentada en presente o pasado, quizá precisamente para eso fuiste puesta en mi camino, para aprender despacio de mis errores, para simplemente un día despertarme conciente de mi mismo y de mis vanas entregas de espíritu a mi visión del mundo.
Quizá para que la casualidad me haga pensar que piensas a veces en mi y al igual que yo sonríes y guardas la anécdota para tus adentros, ya sabes esa larga caminata para escuchar a alguien para ti desconocido, yo a veces me pongo muy triste, nunca obtuve respuesta de algo que me costo tanto trabajo decir y que fue completamente cierto, intermitente como siempre apareciste y despareciste entre acordes o .cantantes diferentes.
Y yo siempre escribí sabiendo que no lo leerías.
Me cuestione sobre las formas muy diversas y constantes en que lograba evitar verte usando la magia en especifico para no encontrarte, peor aun de las incongruencias que me permitieron mirarte de frente inintencionada e inconstantemente tomada de mi brazo.
Comencé a pensar que te tomaba de excusa cuando quería divagar así que un día, simplemente de la nada deje de pensar en ti. ¿Cómo? La respuesta es evidente; no se, claro un mal tan enraizado a mis sonrisas es inevitablemente difícil de eliminar, así que venias ocasionalmente a mi mente con alguna canción pasajera que el viento bajaba en mi estación, con alguna noticia disfrazada con tu nombre, en la mala intención de alguno de nuestros amigos, que sabiendo de mi obsesión por eliminar tu nombre de mi vocabulario te seguían mencionando en mi ojos y en las imágenes accidentales que llegaban a mis manos.
Así que silenciosamente decidí rendirme, mi garganta y causalidades expuestas y afónicas decidieron callar al no escuchar respuesta ni de tu eco, ni de tu risa, mucho menos de tu pensamiento o de tu celular.
Así decidí creer en el destino en menos de un segundo y dos segundos después dejar de pensar en el.
Comencé a construirme ajeno a cualquier existencia cimentada en presente o pasado, quizá precisamente para eso fuiste puesta en mi camino, para aprender despacio de mis errores, para simplemente un día despertarme conciente de mi mismo y de mis vanas entregas de espíritu a mi visión del mundo.
Quizá para que la casualidad me haga pensar que piensas a veces en mi y al igual que yo sonríes y guardas la anécdota para tus adentros, ya sabes esa larga caminata para escuchar a alguien para ti desconocido, yo a veces me pongo muy triste, nunca obtuve respuesta de algo que me costo tanto trabajo decir y que fue completamente cierto, intermitente como siempre apareciste y despareciste entre acordes o .cantantes diferentes.
Y yo siempre escribí sabiendo que no lo leerías.
1 comentario:
casi siempre tus palabras se han aplicado a mi vida, y en cierta formas este post lo hizo
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