¿Aun me sigues leyendo?
Apagaremos el Faro,
dejaremos que los barcos se estrellen contra las rocas,
el ruido y las olas ocultaran los gritos.
Despojaremos al mar de los restos,
Joyas, armas, ropas
Apagaremos el Faro,
Y aquellas velas que aun permanezcan encendidas
al amanecer
Las ahogaremos con un susurro
No te extrañaba, juro que no te extraño cuando no estas; La dificultad para concentrarme, el desorden, el tiempo que se va sin saber cómo, el dolor de cuerpo, el cansancio físico y mental. La ansiedad y la desorientación.
Mi rutina comprende despertar a las 5, ejercitarme de 6 a 7,
bañarme con agua tibia y terminar con agua helada por 3 o 4 minutos.
Poca o nada de azúcar, no grasa, lo menos que se pueda de
comida chatarra, pero lo mas importante es EL ORDEN, no comprendo a la gente
que puede vivir en la basura y desorden, en la suciedad y creer que están sanos
mentalmente. El desorden en mi vida comienza con aquel escrito son pies ni
cabeza en mi pizarrón negro. La incoherencia en las notas, la ropa no doblada
sobre la cama, los libros desordenados, los archivos desacomodados en mi
computadora, la falta de horarios o el no respetar los que ya tengo. El
sentirme victima a veces, el explotar en mal humor o dormirme en la apatía.
Los últimos meses, ¡no! El ultimo año ha sido caótico,
enfermedades, remodelaciones, eventos, viajes. Todo se descontrolo. Dormir poco
y regular. Han logrado ser caldo de cultivo y campo abierto para que aterrice
el monstruo de la depresión en mi vida.
Debo decir que me siento orgulloso de darte batalla, sigo
trabajando, sigo conviviendo, es más poco, pero leo.
Y además tomo decisiones, como la de dejar ir gente de mi
vida que ya no encaja o ponerle limites a la gente que quiero mantener a mi
lado.
Me esmero en no hacer mas grande el desorden y contenerlo, volver
a este rincón escribir esto es medicina para contenerte.